Skip links

Osteopatía

Es una especialidad de la kinesiología que utiliza técnicas manuales para abordar diferentes alteraciones orgánicas.

Nos dedicamos exclusivamente a estimular los mecanismos de autorregulación de tu cuerpo, mejorando la microcirculación, recuperando elasticidad en los tejidos y liberando los bloqueos articulares que tengas en tu organismo. De esta forma enviamos un “mensaje” al sistema nervioso para que se reequilibre, provocando una respuesta global de armonización de tu cuerpo.

Es la única especialidad kinésica que trabaja sobre los órganos, resolviendo la causa del síntoma. ¿Cómo? Se observa la función orgánica y su comportamiento, pudiendo así corregir sus posibles disfunciones vasculares, hormonales, neurológicas, etc.

Los síntomas o cuadros que tratamos pueden ser:

Reflujo esofágico, cefaleas luego de la ingesta de alimentos, dolores espasmódicos abdominales, estreñimiento, colon irritable, dolores menstruales, rinitis, sinusitis, cefaleas de distintos orígenes, neuralgias, síndrome de atrapamiento periférico, migrañas, radiculopatías, vértigo, esguinces, postquirúrgicos, fascitis plantar, tendinopatías, contracturas musculares, cervicalgias, lumbalgias, alteraciones en la articulación temporomandibular, bruxismo.

especialidades imagen
ubicacion inactivo

Encuéntranos en

Centro médico Boedo

Boedo y lat. de Acceso Sur, Luján de Cuyo.

horario

Horario

Lunes

08:00 a 12:00 h

Martes y jueves

14:00 a 19:00 h

Llamar por turno
Solicitar turno

Conoce nuestros

médicos especialistas

Lic. Giunta, María Victoria

Mat. 745

aux

Respondemos

preguntas frecuentes

Comienza con un interrogatorio donde el profesional hace una anamnesis exhaustiva de sus dolencias, cirugías, traumatismos, actividades de su vida diaria, etc. que lo orienta hacia donde puede estar la causa de su problema. Luego a través de un examen físico postural y examen físico dinámico evalúa cómo se manifiesta el cuerpo frente al movimiento, qué zonas pueden moverse libremente, qué zonas se mueven menos y qué zonas se mueven más de lo que les corresponde. Por último, el profesional entra en contacto directo con el tejido del paciente, a través de la palpación, donde test específicos terminan de confirmar y acumular parámetros que indican que hay un problema, al problema se lo llama disfunción somática. A partir de aquí selecciona las técnicas manuales pertinentes a la edad del paciente y su estado clínico general.

Son técnicas no invasivas que trabajan sobre diferentes estructuras articulaciones, vísceras, fascia, músculo, nervios, huesos, etc.
Algunas de las más utilizadas, son:
Liberación miofascial: consiste en soltar la fascia, el tejido que envuelve los tejidos blandos y que produce dolor y falta de movilidad cuando se encuentra adherido y restringido. Muy afectado en cicatrices e infecciones.
Técnica de energía muscular: es aquella que aprovecha la contracción activa y voluntaria de la musculatura del paciente en una dirección controlada y a una intensidad variable, enfrentada a una determinada resistencia aplicada por el terapeuta. Se emplea para tratar músculos acortados o espásticos, fortalecer estructuras musculares debilitadas, o bien en articulaciones para recuperar la movilidad de la misma.
Técnicas de Jones, ‘puntos sensibles’ y ‘puntos gatillo’: los puntos sensibles generan dolor a la pulsación en esa zona exacta. Los puntos gatillos desencadenan dolor a distancia del lugar presionado. El éxito de esta técnica radica en la precisión de localización de estos puntos. Una vez pulsado el punto, se acorta la longitud del músculo hasta que desaparece el dolor. En esta posición se mantiene una presión sostenida durante 90 segundos. Indicado para contracturas y sobrecargas musculares severas.
Técnica de trust: Consiste en normalizar una articulación con un gesto rápido e indoloro. Técnica muy efectiva, pero que requiere aislar la porción a tratar y controlar el grado de amplitud y fuerza a imprimir.

Es una restricción de la movilidad articular (denominada hipomovilidad) que implica una perturbación vascular, neurológica y muscular que puede producir trastornos viscerales cuando se afecta la parte del sistema nervioso (sistema nervioso autónomo) que comanda el funcionamiento de los órganos.
Esta Hipomovilidad es causante de que otra articulación deba cumplir con el movimiento global de una zona, exigiendo más de lo que le corresponde a esto se le llama hipermovilidad y es generalmente la zona de dolor, producto de esa sobresolicitación continua. Al corregir la hipomovilidad (objetivo terapéutico) la zona hipermovil deja de estar sobreexigida, comienza a funcionar de forma equilibrada y el dolor desaparece.
Esto explica por qué no trabajamos sobre el síntoma sino sobre la causa, que muchas veces no está en el lugar del dolor.
Al eliminar la causa del síntoma el dolor no vuelve tan fácilmente y el organismo empieza a trabajar mejor.
La osteopatía no pretende ser la panacea de los tratamientos, ni tampoco sustituir a la medicina moderna erigiéndose como la solución a todos los males del cuerpo humano. Un osteópata profesional conoce sus limitaciones y las lesiones que es capaz de tratar. Cuando un paciente acude a una consulta de osteopatía aquejado de un dolor, comenzamos siempre con la misma pregunta: ¿Qué le ha dicho el médico sobre ese dolor?

Si el paciente posee una hernia discal (la cual puede o no generar síntomas) el osteópata no va a poder solucionar la hernia en sí, porque es una alteración estructural del disco y la única forma de que no esté más es restituir quirúrgicamente. Lo que buscará el osteópata por un lado buscar la causa que produjo esa hernia, liberar al cuerpo de todas aquellas hipomovilidades que tenga por arriba y por debajo de la hernia y tratar de disminuir los síntomas producidos por la hernia cuando ésta comprime el nervio periférico de esa zona. La disminución de la sintomatología se logra con técnicas aplicadas en la consulta (descriptas en que técnicas manuales utiliza) y un acompañamiento fuera de la sesión aconsejando al paciente de ciertos ejercicios que busquen el fortalecimiento de la zona comprometida y elongación de aquellas cadenas musculares que lo soliciten. Muchas veces es necesario derivar al paciente en este caso al RPGista que va a colaborar desde su área a q el paciente mejore su postura y sea más consciente de la misma.
Rotura de tendón o ligamentos: en este caso también es quirúrgico en muchas oportunidades. Cuando es quirúrgico el osteópata puede colaborar luego de la etapa de cicatrización de los tejidos a mejorar la vascularización de la cicatriz, de los músculos, fascia y articulación, a través de las técnicas manuales. Pero luego de la intervención quirúrgica.